Por José Martín Rodríguez
Maru por favor cuénteme su historia:
Nací en Puebla, en un pueblito que se llama San Luis Coyotzingo, vengo de papás muy responsables, de una familia con altas y bajas, un papá bueno en las buenas y exigente en el momento que debe ser. Una mamá muy honesta, muy de casa, muy de familia. muy cuadrada en sus ideas, en fin, de una familia normal.

Estudié Contabilidad, enfocada en Contabilidad fiscal y posteriormente hice Trabajo Social, estudiando a la vez Derecho (hoy en día especializada en el derecho inmobiliario) en realidad no ejercí porque me casé con Antonio, un buen hombre que murió muy pronto junto con mi primogénito. Cuando murieron, yo estaba embarazada de gemelos, no tuve oportunidad de llevar un duelo por viudez y la perdida de mi hijo estaba sola, embarazada y sin nada, físicamente mal, el mundo se me cerró, afortunadamente mis padres siempre me apoyaron.
Un día dije, no puedo seguir aquí, le dije a mi papá que me habían contratado para trabajar en la frontera, (claro que no era cierto), el me dijo:
"Usted es profesionista y esta preparada, vaya hija, déjeme a sus hijos aquí y busque su camino para sacar adelante a los niños."
Fui a la central camionera: "¿me da un boleto a la frontera, el primero que salga y en cuánto tiempo sale?" y me dice: "es el último boleto para Ciudad Juárez", yo no sabía ni dónde era Ciudad Juárez. Cuando llegamos una señora me dijo: "Oye, mija, ya llegamos.” ¿A dónde? Dijo: "Ya llegamos a Ciudad Juárez".
Me bajé y me metí al baño, seguí llorando mucho y dije: "¿ahora para dónde? pues a ver como le haces porque ya estas aquí y a rajarse a su pueblo”. Salí a la central camionera y le pedí a una señora que me orientara, preguntó: "se escapó de su casa, ¿verdad?", le dije que no. Me dijo: "¿Sabes dónde estás? Es una ciudad muy peligrosa para las mujeres. ¿Tú no sabes a dónde te viniste a meter?". Un tanto temerosa me fui caminando rumbo a las maquilas del 5 y ahí conocí a una señora a quien le decían la “Chita”, ella me rento un cuartito de 4x4 que estaba asquerosamente sucio, el baño estaba hasta allá como a 3 cuadras. Ahí me quedé. En el cuarto dejaron un bote de pintura y me puse a pintarlo, amaneció conseguí el periódico y a buscar trabajo; encontré en una maquiladora de arneses.
Un día fui a pagar el agua y se acercó un señor conmigo, me dio unos volantes y dijo: "solicito ayudante de ventas". Me platicó de un proyecto de purificadores de agua con la Junta de Aguas y empecé a vender purificadores en la recepción de la JMAS y después, casa por casa en toda la ciudad, vendiendo y conectando los equipos.
Yo guardaba todo lo que ganaba en las ventas y vivía con el sueldo que ganaba en la maquila. Un día me di cuenta que ya tenia suficiente dinero y fui a ver a mis hijos, para ello tuve que renunciar a mi trabajo, cuando regreso a Ciudad Juárez ya no tenía trabajo.
Cuando regresé salí a buscar trabajo inmediatamente y encontré un anuncio solicitando vendedores para Consorcio ARA, yo nunca había vendido casas pero fui, pasaron 3 meses y no vendí nada, pensé ¿y ahora qué voy a hacer? Vi el periódico que decía "Masajistas" yo no sabía que hacían, mi jefe dijo: ¡Ni se te ocurra! Tomé el teléfono y marqué el número y me contesta una muchacha y le dije: "Señorita, buenas tardes mi nombre es Maru Osorio, mi interés es ofrecerle vivienda", me dijo una grosería y me colgó. Insistí hasta que termine vendiendo así 50 casas en un solo mes, todas a sexo- servidoras.
Al cumplir año y medio de que llegué a Juárez, compré mi casa y fui por mis hijos, el exceso de trabajo y el dolor del duelo hicieron estragos en mi, empecé a beber, hasta que un día mi hijo me lleva un vaso con leche con una tarjeta que decía: “Aunque papá no esté, nosotros 3 somos una familia” me movió todas las emociones y busque ayuda en un grupo de apoyo y salí adelante.
Alguien supo de mí, no sé cómo, y Homex me ofreció la gerencia de ventas. Luego me dieron una oportunidad en Grupo Sol, después en CONDAK, hasta que un día me quedé sin trabajo y dije: "Señor, ¿qué voy a hacer?". Él me contestó: "Pero aquí estoy yo, ¿por qué no tu propio negocio, nuestro negocio?".
¿Pero usted cree que sí podríamos lograrlo? pregunté.
Entonces pensé: Pues inténtalo. Dije: Pero si no tenemos nada, ni siquiera una oficina, nada, no tenemos ni un escritorio. Y él respondió: "Tú hazlo."
Hicimos una junta familiar, les dije a mis hijos ya no tenemos trabajo. así que necesitamos poner un negocio. Mi hijo David dijo: pues ya lo tenemos. ¿Cómo ya lo tenemos? "Sí, mamá, mira" él prende su computadora y me dice: "yo hice este trabajo para la escuela" Tenía listo el plan de negocios ¿Por qué no hacemos esto?"
Hicimos volantes y empezamos. Todo esto fue en octubre para diciembre teníamos 22 casas para vender. En la primera venta, le pagaron al cliente, pero a nosotros no, así que ya no teníamos para los gastos de navidad, no nos agüitamos y seguimos adelante; ya éramos dueños de “casas y más casas”, pero casas y más casas está registrado y pues no; entonces David creó Inmobiliaria “GRUPO ALJE” misma que trabajábamos desde casa, finalmente teníamos nuestra empresa y así empezamos.
Poco después una persona, que entró como “amigo” de mis hijos a casa, vió lo que hacíamos y nos robó hasta el nombre, pero nos pusimos las pilas registramos Grupo ALJE Asesoría inmobiliaria, le quitamos lo que era nuestro y hoy en día ya tenemos nuestra oficina, estamos afiliados a CANACO y de Mujeres Juárez Empresarias. Hoy estamos haciendo las cosas de otra manera.
Con todo esto agradezco a Dios por las oportunidades que me ha dado y fruto de esto reflejado en mis hijos ya que actualmente son graduados los dos de carreras como uno Lic. en Derecho y el otro medico.
Realmente apenas nos estamos levantando, pero ahora ya construimos, remodelamos y compramos, vivienda, terreno y locales. En algún tiempo tuvimos un inventario de varias casas, hoy en día no, por el momento tenemos varios proyectos en los cuales acabamos de construir desde el piso hasta arriba con diseños competitivos e innovadores que compiten en el mercado actual.
Estoy agradecida con Dios. Todos estos retos buenos y malos que he pasado no ha sido sola, sino en familia y lo que nos falta aun.
Contacto:
Telefono: 65670634
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Insurgente 6003, Alamos de San Lorenzo | Ciudad Juarez, Chihuahua, México
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